(#22) Una noche más con Triángulo de Amor Bizarro en Acapulco y últimos lanzamientos
Os contamos cómo fue el concierto de Triángulo de Amor Bizarro en la sala Acapulco, los últimos lanzamientos asturianos que ha captado nuestro radar y anunciamos la fecha del próximo micro abierto.
¡Hola! ¿Qué tal? ¿Todo guay? Esperamos que sí. Esta semana pasada en Asturias fue: intensa. El miércoles estuvo Cachito Turulo en la sala Gong, nosotros ya te hablamos de este proyecto en su debut en directo; el viernes hubo que elegir entre Triángulo de Amor Bizarro en Xixón y Niña Polaca en Oviedo, sin desmerecer el conciertazo que, según nos cuentan, dieron Çantamarta en La Salvaje; y el sábado, si pensabas que podías descansar un poco, pues no: Silvia Pérez Cruz trajo la belleza a La Laboral y Arde Bogotá vinieron a Estilo a salvar el rock en español “en un tiempo marcado por los géneros urbanos” —esto no lo decimos nosotros, que tenemos dos dedos de frente, lo dice el jurado de los Premios Ondas, tras concederles el premio al fenómeno musical del año—.
Por cierto, siguen las reflexiones sobre Spotify como celebración de sus 15 años. Esto del productor Guille Mostaza en el artículo que enlazamos previamente y que podéis leer en El Periódico de España.
“¿Si está condicionando el streaming las maneras de hacer música? Desde luego, y a mí hay veces que me rompe el corazón, porque hay artistas que piensan antes en sus cifras de Spotify que en la propia música, y lo paradójico de esto, al menos en mi propia experiencia, es que cuanto menos piensa el artista o la artista en números, más números saca luego”.
Bienvenidas a una nueva entrega de Cuarto y Mitad, una newsletter en la que podréis encontrar crónicas de conciertos, entrevistas a artistas y otras personalidades de la escena musical asturiana, ilustradas con fotografías.
Crónica | concierto de Triángulo de Amor Bizarro en Acapulco
El concierto empezó con puntualidad. A las 21:38 sonaban los primeros acordes. «Les obliga la sala porque luego hay un evento», nos decía alguien según entrábamos en el foso. La batería de «Robo tu tiempo» daba en el pecho a los dos o tres centenares que se congregaron en la gijonesa Acapulco. La convocatoria estuvo por debajo de lo que se podría esperar de una banda como TAB, traídos por Lacre y su sello Artica, pero ya os comentábamos arriba la saturación de la programación musical para ese finde.
A todo aquello hay que sumarle la atención que reclama y recibe la Semana de los Premios Princesa, y más aún con Meryl Streep bailando al son de las gaitas. No por nada, tras sonar «Mal como efecto de mala voluntad» y antes de «El Fantasma de la Transición», Isa Cea saludó al auditorio anunciando las ganas que tenían de ir a Xixón, ciudad que no visitaban desde hace seis años, y de «contraprogramar a la Casa Real».
Mientras se sucedían las canciones me hacía partícipe de una esencia garajera que se escondía en parte en el sonido y en parte en la actitud. El compacto muro de sonido, los gritos asfixiados, el volumen por las nubes y las laringes a todo lo que daban, sí; pero también era algo que les acompañaba en su forma de estar sobre el escenario: la tranquilidad de saberse los temas al dedillo, la sensación de ser cuatro personas que siguen haciendo lo que hacen porque les encanta hacer canciones y llevarlas al directo, algo increíble para una banda tan reverenciada que lleva casi dos décadas en activo.
[Como inciso, igual que se ha desplazado el eje ideológico y llamamos “izquierdas” a políticas de “centro”, también se ha desplazado el eje estético y llamamos “punk” a cosas que son “garaje” o directamente “rock”].
No verás a Los Planetas tocar a un metro del suelo en lo que te queda de vida. Mientras Jota ha ascendido a los cielos —por voluntad propia— y otros quieren seguir ese camino, Rodrigo, con su camiseta de dojo checo de aikido, pervive siendo un proletario del noise. Siempre ha habido clases.
El set list fue casi idéntico al del inicio de la gira de salas en la barcelonesa Apolo, aunque las exigencias de tiempo de la asturiana obligaron a desterrar algunos temas del repertorio, todas ellas del último álbum. Al grito que pedía «La Condena», Isa respondía impotente que iban con el tiempo muy ajustado.
El público, que rondaría los 45 años de media, disfrutó con una calma tensa de todo el concierto y no estalló un pogo hasta casi el final. Es posible porque toda la energía estuviera siendo canalizada por Pablo Und Destruktion —al que insultaron diciendo que le gustaba Viva Suecia, durísimas declaraciones—, quien vivía el bolo en primera fila como un niño en la cabalgata de Reyes. Dentro de la heterogeneidad que nos ofrecía el auditorio, solo tengo que decir: Home is where the boys no se quitan la putísima parca a 27 grados de temperatura.
Una recomendación de Cea para que el público sediento se pidiera su última cerveza o se tragara lo que se tuviera que tragar anticipó una espectacular traca final con la que la banda y público se fusionaron en un ser vibrante y sudado, entregados al ritmo, entregados a los coros. Con «De la monarquía a la criptocracia» se despidió el grupo. Mientras sonaba una enlatada «A cantiga de Juan C», algunos fans realizaban la tradicional caza del set list y otros jugaban al pilla-pilla con el personal de seguridad, que inmediatamente quiso desalojar la sala.
Lo cierto es que esta particularidad, que se da en las salas de conciertos de mayor aforo y las discotecas reconvertidas y muy común en las grandes ciudades, neutraliza parte del efecto socializador de los conciertos. Es interesante reivindicar la música en directo como un espacio de encuentro, es algo que ya sabíamos, pero que se intensificó con la reciente crisis sociosanitaria y la marcianada de ver un concierto sentado con tus amigos a metro y medio de distancia.
Últimos lanzamientos
¡También fue intensa la semana en lanzamientos! Os dejamos aquí los que captaron nuestro radar.
Antonio Irún, 50% del duo Virginia & the Wolf, se independiza por un momento de su compañera para debutar con «Los Ángeles», un temazo pop fabricado en House of Light Studio bajo la producción de Germán Mingote y con la colaboración estelar de Rita Ojanguren, de quien ya os hemos hablado alguna que otra vez. La producción se deja ver notablemente en esa guitarra de americana, wilconiana.
La mierense CeCé ya había debutado con el pegadizo «Afterbite». Ahora saca algo que se coloca entre la canción de autor y el soul, con un riff que hace imposible no acordarse de Leonard Cohen y su «Dance me to the end of love». También producido por el polifacético Germán Mingote en House of Light Studio.
Al otro lado de la AS-II, Love Feroz nos traen su primer disco de estudio: tengo sed. Ocho cortes autoproducidos, grabados, mezclados y materizados entre los estudios Redgain y Tutu. Recogen la tradición del indie rock de la década pasada, con referentes como La Habitación Roja, Supersubmarina o Second.
Han sacado con la productora Sr. Paraguas un videoclip para el tema «Veneno de serpiente» en el que se mezclan imágenes reales con otras generadas por Inteligencia Artificial.
También desde la villa de Xixón, Milana Bonita sacan segundo single. Después de «Busco editorial» publican «Y tú aquí». Esta segunda entrega sigue con el trabajo gráfico de la fotógrafa Andrea Alonso, algo que, viendo estas dos magníficas portadas, no es de extrañar.
Antes de terminar
El 2 de noviembre celebramos en La Salvaje una nueva edición de nuestro Micro Abierto. Recordad que podéis ir tanto para ver lo que ahí se cuece y también para actuar. Todas las formas artísticas —que nuestros humildes medios permitan— son bienvenidas. Contamos con dos micros (y sus respectivos pies), una guitarra acústica, una eléctrica, un teclado y un atril. El equipo está ahí para ser usado por si no queréis o no podéis llevar el vuestro.
¿Cómo participar? Es muy simple. El mismo día del evento, a partir de las 20:00, en el mismísimo bar, abriremos las inscripciones. Llegáis, nos decís que os apuntemos y os apuntamos. Las actuaciones empezarán a partir de las 21:00 y durará lo que tenga que durar, entre hora y media y dos horas.